14 de agosto de 2019

Consideraciones al momento de buscar trabajo

En esta oportunidad quiero dedicar un espacio a la reflexión sobre un tema no técnico pero si estrechamente vinculado a nuestra realidad de todos los días. La búsqueda de trabajo.

Hace ya unos años que se habla de una profunda transformación social y tecnológica a la cual muchos especialistas denominan "cuarta revolución industrial". Según marca Deloitte Consulting esta transición está caracterizada por siete disruptores:

  • La cuasi onmipresencia de tecnología en todos los ámbitos.
  • La multiplicación de datos.
  • El consecuente desarrollo e implementación de inteligencia artificial para gestionar esos datos y convertirlos en información útil.
  • La afectación de aquellos trabajos que son suceptibles de automatización.
  • El incremento del trabajo eventual.
  • La diversidad y el cambio generacional.
  • El cambio en la naturaleza de las carreras laborales.

De estos siete disruptores enunciados por Deloitte cuatro están directamente relacionados con el trabajo y los perfiles laborales que están cambiando y los que están surgiendo. Este es un punto esencial que debemos considerar particularmente aquellos que pretendemos desempeñarnos en el área de la tecnología de las comunicaciones ya que es una de las áreas que lidera este proceso de transformación.

En este sentido me parece singularmente interesante considerar que más del 60% de las empresas están rediseñando sus modelos o planes de carrera internos, y más del 83% están considerando un modelo de carrera interna flexible. Estos cambios impactan especialmente en las nuevas incorporaciones que realizan las empresas y en la formulación de los nuevos puestos de trabajo.

Consecuentemente esto requiere un nuevo perfil personal en quienes aspiran a incorporarse en el mercado laboral y particularmente en el área técnica. 
Este nuevo perfil ya no está centrado en la capacitación o los títulos de grado (que no dejan de tener relevancia, por supuesto), sino en las llamadas “habilidades blandas”.

Como sostiene una publicación del Foro Económico Mundial, “las habilidades son la nueva moneda en el mercado laboral”.
En un mundo en el que la experiencia y habilidades requeridas para cubrir un determinado rol cambian rápidamente, los “títulos” no pueden ser ya referencia suficiente porque en general están desactualizados en el mismo momento en que se obtienen. El currículum tradicional que reseña formación y experiencia laboral ya no es suficiente para la selección de los candidatos a cubrir los nuevos puestos de trabajo.
La referencia creciente son ahora las habilidades como expresión clara del dinamismo y capacidad de adaptación del candidato a la realidad social y laboral que surge.
Estas habilidades pueden variar según geografía, sector, tipo de trabajo o población, pero tienen algunos elementos en común.
Desde esta perspectiva entre las habilidades blandas que destacan en la actualidad pueden encontrarse las siguientes:

  • Creatividad e innovación.
  • Adaptación al cambio.
  • Capacidad de trabajo en equipo.
  • Empatía.
  • Capacidad y disposición al aprendizaje.
  • Habilidades digitales.
  • Gestión de proyectos.
  • Liderazgo y capacidad de negociación.

¿Cómo impacta esto entonces en las certificaciones técnicas?

En el ambiente técnico estamos acostumbrados a buscar trabajo con nuestro currículum en la mano en la convicción de que el grado universitario y alguna certificación técnica son suficientes para postularnos para alguna vacante.
Pero es frecuente también encontrar en los foros mensajes o reflexiones embargadas por un clima de decepción porque a pesar de haber obtenido la certificación no se consigue un puesto;‌ esto al mismo tiempo que otros muestran gran optimismo reflejando que su certificación o su grado le han servido para incrementar sus ingresos o conseguir un mejor puesto.
Por supuesto que en ambos casos es posible que haya otras diferencias, pero lo que objetivamente podemos revisar son los puntos que están vinculados a estas habilidades blandas de las que hablaba:

  • ¿Qué habilidades comunicacionales estamos mostrando?‌
    ¿Buena expresión oral y escrita?
    ¿Capacidad de desarrollar una presentación ante un equipo o un cliente?
    ¿Manejo de idiomas?
  • ¿Estamos mostrando capacidad de trabajo en equipo?
    ¿Capacidad de empatía y desarrollo colaborativo?
    ¿Buena relación interpersonal?
  • ¿Mostramos un proyecto de carrera personal?
    ¿Cuál es la actitud antes el cambio?
    ¿Cuál es nuestra disposición a la innovación y el reentrenamiento?
  • ¿Tenemos capacidad de innovación y creatividad?
    ¿Somos capaces de desarrollar pensamiento lateral?
    ¿Aceptamos la multiplicidad de perspectivas y la ejercitamos?

Esto no significa que la carrera de grado o la certificación carezcan de importancia. Por supuesto que la tienen.
No solo muestran conocimientos, sino también capacidad de esfuerzo, disposición a desarrollar una tarea sostenida en el tiempo, aceptación de reglas de juego comunes. Pero solas no alcanzan.

Por eso creo muy positivo que, cuando no logramos el puesto laboral que nos hemos propuesto o que estamos buscando, antes de poner la responsabilidad del resultado en los otros aprovechemos la situación para reflexionar qué es lo que nos faltó desarrollar o mostrar para poder mejorar hacia adelante. 
De los rechazos también se aprende, no sólo de los manuales. 




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1 comentario:

  1. Muy importante observación en este tema relevante, que día a día se muestra, me parece una joya de información aterrizada, ciertamente la decepción laboral es la principal causa de desaliento, a mí me pasó al terminar la carrera, tomé decisiones y me avoqué a realizar otros trabajo ajenos a mi perfil, ahora regreso a lo mío, deseando alcanzar mis obejtivo, esos objetivos que en su momento abandone, hoy en día los retomo con mucho anhelo y deseo. Me gustó el comentario: De los rechazos también se aprende, no sólo de los manuales.

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